Sonríeme, que ya vendran tiempos mejores.

No quiero morirme sin haber estado contigo en 17 cuidades distintas, ademas quiero conducir desnuda, entrar de incognita en una secta, y estando borracha, tatuarme nuestros nombres en el culo. Quiero hablar mas de 5 idiomas y de momento no me manejo ni con el español. quiero tener cinco hijos y que tú seas el padre.

viernes, 10 de febrero de 2012


A veces, las personas se pierden. No saben por dónde coger, no sabe qué camino elegir, y éste no se basa en izquierda y derecha, éste es más amplio. Son cosas como bien o mal, querer o no querer, obedecer o no obedecer, reír o llorar, creer o no creer, amar o no amar, ir o venir, salir o quedarse... y un largo etcétera. Son tantas cosas que a su vez pueden causar tantas situaciones, algunas que queremos y otras que no queremos ni imaginar, que nos perdemos. Nos perdemos. Sí, antes sabía dónde estaba. Sí, me di cuenta que me estaba desviando. Sí, estoy perdida, completamente perdida.
Esa sensación de no saber qué hacer, de no saber cómo actuar, de no saber cuándo hacer algo... y que mientras tanto, el tiempo corre y sin embargo ya estás actuando, pero no de la manera que tu quieres pero ¡ a lo mejor no sabes ni qué es lo que quieres ! No saber qué querer es algo frustante, es algo odioso, porque encima que estás perdida, no sabes qué quieres hacer y aunque sepas lo que debas hacer a lo mejor eso no es lo que quieres, y ahí entra nuestra moral. Y mi moral, ahora mismo, está de vacaciones. Pero no vayamos a desviarnos del tema, cuando no sabes cómo actuar y mientras tanto piensas qué tienes/quieres/debes hacer, el tiempo corre. Y el tiempo no es comprensivo con nosotros y va rápido, muy rápido, a una velocidad infinita, y esa velocidad es la que nos perturba y nos hace dudar sobre qué hacer, porque ves como todo pasa delante de tus ojos y sin embargo tú estás quieto, pensando.

A veces, es mejor no pensar. Y si no pienso, sé lo que quiero hacer, huir.

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